viernes, 31 de agosto de 2018

Inicios, intenciones y un Citrus feliz

No sé muy bien como empezar este Blog que esta noche ve la luz y al que espero añadir escritos con un mínimo de constancia y cierta periodicidad. Será complicado, pero lo intentaré. Tendrán que confluir algo de tiempo libre, un mínimo de inspiración y la voluntad de no dejarla escapar cuando surja, y, de esto último, sin lugar a dudas, careceré de vez en cuando, para acabar haciendo nada, algo que también es necesario a veces.
En fin, hace años en una película escuché hablar del concepto del "momento de calidad". Aplicable en diversos ámbitos de la vida, es difícil que se dé, y, depende del momento y el lugar, no siempre es aprovechable. En todo caso, se da más a menudo si se crean alrededor las circunstancias que hacen probable que suceda.
Hace 3 años que apenas he escrito por placer y la verdad es que lo he echado de menos.
Mi actual trabajo no me ha estado dejando demasiado espacio mental para "florituras intelectuales", más allá de seguir algún Blog y de visionar documentales sobre la actual Rusia, la extinta unión soviética y sus países satélites.
No me quejo. Hace 3 años que no miro el reloj trabajando y eso es un tesoro que valoro, ya que nunca lo había tenido.
Recuerdo que el año pasado me levantaba los viernes a las 7 a.m lleno de energía y sin un ápice de pereza. Me duchaba y me premiaba desayunando en la cafetería del trabajo, un hábito el de desayunar fuera de casa que en su día adquirí como una especie de mecanismo de evitación y del que espero acabar de "salir" en este año escolar que ya acecha, pero esa es otra historia. Empezaba la clase a las 8 a.m y la verdad es que me lo pasaba realmente bien con aquel grupo. Este año ya no estarán y la verdad es que los echaré de menos.
Este año me he propuesto desayunar mucho más sano, sin tele y, mientras el tiempo no haga honor al sobrenombre de "ManRusia" por el que se conoce por aquí a la capital del Bages, hacerlo en la terraza del apartamento que alquilé hace un año, en una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
También me he propuesto regar las plantas cada mañana religiosamente. Tengo un pequeño limonero que, por el buen aspecto de los limones que están creciendo en sus ramas, parece contento. Si yo fuese él, creo que no estaría tan contento ante la dantesca visión de un tío que, en calzoncillos y con una regadera verde en las manos, me tira agua de buena mañana.

3 comentarios:

  1. Ojalá puedas y podamos disfrutar de los amenos relatos que te caracterizan. Este blog comenzó bien, pero me pongo en el lugar del limonero y su visión matinal y no hago más que pensar en frutos ácidos, muy acidos. Zorro

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  2. Gracies anónimo/as. Espero que dentro de un tiempo sigáis pensado lo mismo del blog:-)


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