sábado, 14 de septiembre de 2019

Chévere desde la llave del oriente

Han pasado poco más de 15 días desde que acabé mis andanzas veraniegas, recorriendo en bici el norte de Europa. Como tantas otras cosas en la vida, a partir de los 30 años, aquello pasó muy rápido y me da la impresión de que sucedió hace mucho tiempo.
Lo cierto es que por allí no cumplí uno de los propósitos que me había marcado para aquel viaje, que suponía un punto de inflexión y el inicio de una nueva etapa en mi vida. Me había propuesto viajar y, en general, vivir un poquito más "de chill" durante el verano. Sin prisas, sin obligaciones autoimpuestas, y sin esa típica sensación tan occidental de "tengo que...", "debo...", "sería conveniente...". 
Al final no descansé tantos días como me había propuesto, y me autoimpuse los 100 km's diarios como una especie de obligación que, desde luego, nunca tuve, y que, a parte de llevar al límite mis rodillas, me hizo andar demasiado pendiente del tiempo y de los plazos, al incluir Noruega en el recorrido, decisión de la que no me arrepiento, pero que supuso un extra de necesidad de planificar y estar pendiente del calendario.
Aterricé en Barcelona y, de nuevo, pasé una semana por allí algo más estresado de lo que hubiera querido. Mucha gente a la que ver y poco tiempo para hacerlo, teniendo en cuenta que no siempre era posible coincidir, y que me había dejado "deberes" por hacer, para el proyecto que vendría una semana después, y que me llevaría a cruzar el atlántico.
Fue una semana muy bonita llena de buenos momentos. De camino al aeropuerto y ya allí, me sentí algo apenado al no saber cuando volvería por casa y podría disfrutar de nuevo de los buenos momentos que viví con la gente que quiero y a la que no había visto en todo el verano.
En fin, escribo desde un pequeño y encantador pueblo, llamado Limón Indanza, situado en el cantón de nombre homologo, y que pertenece a la provincia de Morona, en Ecuador.
Luna está muy activa por la noche y, mientras escribo, alterna su cuidado de uñas e higiene personal, con carreras un tanto locas y caóticas y alguna agresión traicionera. Luna es una preciosa gata Ecuatoriana que vive en casa de la jefa del cuerpo de bomberos de este pueblo, que, muy amablemente, me ha alojado aquí, junto a ella y su bonita familia.
Espero hablar, en una futura entrada y de forma más extensa, del proyecto de cooperación internacional en el que ando inmerso, y que supuso la excusa y el punto de ignición para decidirme a cruzar el charco y venir a Sudamérica.
Siguiendo con mis propósitos de relajarme, ayer improvisé y decidí quedarme por aquí unos días más. Estaba muy a gusto en este lugar y no veía la necesidad de seguir mi camino aún. Un camino que, de hecho, no tiene ningún rumbo definido, ni ninguna temporización que me encorsete.
Después de haber estado llevando a cabo mi función prevista como docente, hoy me he unido a un grupo de médicos y enfermeras que, dentro del mismo proyecto, están realizando funciones asistenciales por estos lares. 
Hacía 5 años que tenía abandonada mi profesión de enfermero asistencial, y bueno, la verdad es que, a parte de pesar y medir a los pacientes que han venido a visitarse, de tomar alguna tensión y de tomar nota de lo que hacían mis compañeras, hoy no he aportado demasiado. Espero ir soltándome en los próximos días. No será mañana, ya que será día de descanso y, guiados por los bomberos de Limón, vamos a hacer Rafting a un famoso río de por aquí.
En fin, la vida  por aquí va "Chévere", como dicen los bomberos con los que he estado conviviendo en estos últimos días.

2 comentarios:

  1. Me agrada leerte, he notado, que el clima y el sitio ha cambiado la forma de expresarte, siempre clara, sobre tus vivencias. El no haber descansado fisicamente durante el viaje norteuropeo, quizás no fue el motivo principal, pero si el no tener descanso mental. Los occidentales insertos en este sistema, que nos iguala en idiotez economica, no descansamos mentalmente casi nunca, a mi modesto entender. Te leía ayer en otra "red social" y tu descripción de lo que te rodeaba, me hacía percibir relajación y comodidad, me alegra.
    Te espero por aquí para poder enriquecer este bonito blog, y asi ver y percibir y un poco vivir tu nueva experiencia.
    Amunt company!

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  2. Hola!
    Gracias siempre por tus comentarios y me alegra que te guste tanto, así como tener el feed-back de lo que cuento y lo que expreso.
    Un abrazo....y firma tus comentarios!!!:-)

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