jueves, 19 de septiembre de 2019

Proyecto AISE: Muy lindo "na más"

Aquí ando, apurando las últimas horas en Limón Indanza, con cierta sensación de vacío interior, pero feliz por todo lo vivido en los últimos días.
Las 2 médicos y las 8 enfermeras y estudiantes de enfermería, con las que he estado conviviendo aquí, han partido esta mañana con dirección a Zamora, donde seguirán con el proyecto de AISE (Asociación internacional de sanitarios de España: http://www.asociacionaise.org/), dando un extra de atención de salud comunitaria a pequeñas parroquias vecinales, normalmente, alejadas de grandes centros de salud y, a veces, de escasos recursos y difícil acceso.
No hablaré de nada técnico, ni entraré a explicar al detalle lo que están haciendo por aquí. Me quedo con sus sonrisas a la gente, con su escucha activa, con su predisposición a ayudar a quien lo necesitara, y con su actitud siempre positiva, a pesar de las adversidades y de algunos factores organizativos con los que ha habido que lidiar, haciéndolo siempre con buen humor y relativizando la importancia de las cosas.
El conductor de la "van" se ha subido al vehículo dispuesto a arrancar y allí, en la puerta del parque de bomberos, nos hemos quedado un poco tristes los bomberos y yo, mientras se ha oído un divertido: "Él se lleva nuestra felicidad...", al tiempo que todos reíamos.



Yo también sentía que habíamos tenido mucha suerte por poder disfrutar de su presencia por aquí. Amor...etéreo, bonito y sin etiquetas. Sin más intimidad que la de una despedida con un fuerte y sincero abrazo, la retención de alguna lágrima que hubiera fluido de no frenarla, y las ganas de volver a reencontrarse un día.
Me he ido a correr 2 horas por la selva, y así he canalizado unas emociones que, unas horas después, aún perduran. Como ellas decían, aún hay "dramita". "Por eso soy adicto al amor platónico, y al placer de la nostalgia cuando estoy solito", que dice Kase-o.
En fin, podía haberme ido con ellas, pero sentía que hubiera supuesto retrasar lo inevitable y que había llegado el momento de seguir mi camino.
Hasta ahora, he estado viviendo en una especie de burbuja en Ecuador, ya que todas las vivencias han venido condicionadas por este proyecto de AISE, que, junto a Zahida, me llevó a impartir 2 capacitaciones sobre emergencias sanitarias. En una primera fase, fue para los militares de una brigada de las fuerzas especiales de paracaidistas en Latacunga. Fue una bonita experiencia. No tenía demasiadas expectativas sobre lo que iba a pasar y, tanto el trato en las instalaciones militares, como el feed-back, por parte de los alumnos, fue excelente.

En Latacunga, estuve conviviendo con Zahida, la vicepresidenta de AISE, excompañera de trabajo años atrás y amiga, que fue la que me captó para este proyecto y a la que estoy profundamente agradecido por su trato por aquí, y por haber soportado mis dudas, hasta fechas demasiados cercanas al inicio, sobre si incorporarme o no.
Aquí en Limón, impartimos la segunda capacitación y, de nuevo, nos volvimos a encontrar con grandes personas, excelentes alumnos y un trato sublime. Los bomberos siempre han sido santo de mi devoción, y un cuerpo al que admiro y al que, en su día, intenté entrar. 
En fin, hablaré,  en una próxima entrada y con más detalle, sobre los bomberos y paramédicos de Limón, ya que me he encontrado con un sistema de emergencias que merece y da para algo más que 4 líneas, sobretodo, para quien pueda interesarle el tema especialmente.
Después de lo relatado ya, me junté con las chicas y, viendo el buen ambiente que se respiraba y la bonita sinergia que el grupo emanaba, decidí unirme a ellas en sus labores asistenciales, y apoyarlas en lo que estuviera en mi mano, durante unos días.
Esta noche, ya solo por primera vez, tomaré un autobús a la ciudad de Cuenca. Allí miraré el mapa con detenimiento y tomaré decisiones. He oído maravillas sobre Colombia. También sobre Perú. Brasil es un "must"...me veo pasando un mes por allí e intentando aprender a bailar de una miserable vez. Nunca es tarde para nada. 
Me veo comprando una bici de segunda mano y recorriendo la Patagonia Chilena y la Argentina. De momento, lo de la bici puede esperar. Sin duda, es mi forma favorita de viajar, pero soy consciente de que, viajando así, me pierdo la parte más humana de un viaje, cosa que en el norte de Europa no es demasiado, pero sí aquí en Sudamérica.

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