viernes, 20 de septiembre de 2019

Príapo en la estación de bomberos y paramédicos de Limón.

No, no es una imagen sin sentido para conseguir que hayas abierto el enlace.

Cuando insté al bombero, que se había ofrecido voluntario para hacer de víctima, a ponerse aquel bolígrafo por debajo del pantalón y simular que, además de presentar otros síntomas compatibles con una lesión medular, también presentaba una evidente y notoria erección, tenía muy claro que, a la mayoría de los asistentes a la capacitación, aquello no les iba a sorprender ni a descolocar lo más mínimo.
Ya había podido comprobar, durante aquellos 3 días de formación, que ahí "hasta el más tonto hacía relojes", que dice la famosa frase, y que, sobretodo a los paramédicos, poco les podía aportar yo, más allá de revisar y actualizar algunos conceptos teóricos y compartir con ellos algunas técnicas de inmovilización y movilización de pacientes en un contexto de patología traumática y, en consecuencia, de posibles lesiones osteomusculares.
 Me considero muy afortunado por haber tenido la oportunidad de trabajar durante 4 años en la escuela "Joviat" de Manresa, un centro educativo de referencia en la Catalunya central y, en general, en toda Catalunya, sobretodo en algunas ramas de formación profesional.
Allí aprendí muchas cosas. Nunca se me aconsejó demasiado. Los mejores "influencers" que tuve no iban por ahí dando consejos, aunque pudieran y se hubieran ganado la credibilidad y el respeto para poder hacerlo. Solían estar por allí, sin más. Se movían por el centro, casi siempre con una sonrisa dibujada en la cara, siempre positivos/as, resilentes ante la presión y las circunstancias adversas, y, aparentemente, iendo cada uno a lo suyo. 
A pesar de esa sensación, la realidad es que era muy fácil obtener ayuda o consejo, si lo necesitaba, por ocupados que pudieran estar mis compañeros. Como me dijo una compañera en cierta ocasión: "Ser un buen profesor solo requiere tiempo y experiencia, pero nadie que no sea una buena persona, llegará a ser un buen profesor jamás". Allí estuve rodeado de excelentes personas, con una seductora mezcla entre humanidad, abundantes cualidades y humildad, como nunca antes había visto.
En la asignatura más importante y más práctica que impartía, a los alumnos del ciclo de técnico en emergencias sanitarias, tenía asignado el apoyo de otro profesor que trabajaba allí a tiempo parcial, compatibilizándolo con su trabajo principal de técnico en emergencias en una ambulancia de soporte vital avanzado.
El mundo de las emergencias sanitarias nunca ha sido mi favorito y, de hecho, se podría decir que me he reconciliado con él, a través de la docencia y de gente como el técnico del que hablaba. Rubèn Castillo, actual director editorial de la revista "zona TES", y un genio en todo lo relativo a inmovilizaciones y movilizaciones de pacientes traumáticos. Un tipo sencillo y humilde, que igual que se sacaba de la manga una sublime clase introductoria teórico-práctica, donde fundamentaba de forma magistral lo que luego haríamos a nivel práctico, se te ponía a limpiar la ambulancia del centro, se la llevaba a poner gasolina, o te publicaba un libro que, de forma sencilla y sin grandes alardes ni estridencias, fundamenta y convierte en ciencia, conceptos prácticos que antes quedaban, en demasiadas ocasiones, en el terreno de lo empírico.
Volviendo al inicio del post, decía que tenía muy claro que aquellos alumnos sabrían que aquella erección se llamaba priapismo, y que, dentro de aquel contexto, lo debían interpretar como un signo inequívoco de alta posibilidad de lesión medular. Así fue.
Lo que no sabían, o no recordaban en aquel momento, era el mecanismo fisiopatológico de aquel hallazgo, bastante paradójico, por otra parte, si no se sabe de que va el asunto. 
Sin ánimo de hacerme pesado y pidiendo perdón, de antemano, a quien no le interese el tema, tan solo explicar que, cuando se produce según que tipo de lesión medular, el sistema nervioso simpático (el encargado de aumentar constantes vitales, como la tensión arterial) deja de actuar, y pasa a  predominar la función del sistema nervioso parasimpático. Debido a ello, se produce un tipo de shock, llamado neurogénico,  que comporta una hipotensión vascular generalizada y desequilibrios en los mecanismos de vasoconstricción-vasodilatación de los vasos. En los del "palitroque" en este caso.
El porqué del nombre del signo, lo dejo para el final del post.
Había oído hablar sobre la figura del paramédico, tan solo de forma superficial. Sabía que era una figura que no existía en España, pero sí en América, Canadá o el Reino unido. Sabía también que eran una especie de técnicos en emergencias sanitarias, pero con muchas más competencias para realizar técnicas invasivas y administrar medicación.
Lo que no sabía es que eran unos estudios de 3 años de duración, ni que hacían 2000 y pico horas prácticas, tanto en ambulancias como en diversos servicios hospitalarios.
En fin, más que seguir dando este tipo de datos fríos, quisiera hablar del personal asistencial que me encontré en el parque de bomberos de Limón, el cual debido a su situación geográfica y a la orografía del territorio que cubre, tenia una serie de particularidades dignas de comentar.
Allí, una gran parte de los bomberos, también tienen el título de paramédico, están en ello o, en su defecto, tienen notables conocimientos, aprendidos de forma autodidacta, en cuanto a conceptos necesarios para la atención de pacientes en el ámbito de las emergencias prehospitalarias. Ellos cubren cualquier tipo de servicio emergente, sean de carácter puramente sanitario, o más relativos a la extinción de incendios, rescate de víctimas atrapadas por inundaciones o derrumbamientos, o rescate de cadáveres en situaciones y terrenos extremos.

Lo hacen con poco personal y escasos recursos, si los comparamos con los disponibles en Europa o incluso en zonas más pobladas de Ecuador y, debido a ello, me encontré con una motivación extrema y una altísima conciencia sobre la necesidad de estar bien formados y rozar la excelencia a nivel competencial.
En la parte práctica de la capacitación, me topé con lo que implicaba la escasez de recursos, personales en este caso, de la que hablaba. Cuando yo hablaba del concepto de maniobras regladas y del número de intervinientes necesarios para efectuarlas, me topaba siempre con una misma respuesta: "Ya, pero es que, en esa hipotética situación, seriamos 3 a la sumo". Entonces, yo contestaba: "Pues tendríais que activar otro recurso y esperar". Y todo concluía con un rotundo: "No vendrían más recursos". Todo ello, sin haber mencionado que quizás habrían tardado una hora y media en llegar al lugar del incidente, y lo habrían hecho accediendo por una intrincada  y abrupta pista forestal con constantes desniveles, camino que habría que deshacer en sentido inverso y con un posible paciente crítico dentro de la ambulancia.
Escuchando todo aquello y habiendo conocido algo de aquel territorio, me da la risa cuando pienso en lo que nos afecta la fisiopatología del transporte sanitario en Catalunya.
Esta instantánea la tomé en la oficina de emisoras del parque, y creo que lo dice todo. Para quien no conozca el libro, se trata de un libro Norteamericano, considerado como una especie de biblia en cuanto al paciente traumático prehospitalario se refiere.

El hecho de que el libro estuviera allí no era casual o fruto de un ejercicio de mero postureo. Era muy habitual que me los encontrara cultivándose, con este o con otros libros de referencia.
El libro en sí, combinado con la imagen que había en el escritorio del ordenador de la foto, definen muy bien el compendio de virtudes que me encontré en aquel parque y que debería estar siempre presente en el mundo de las emergencias sanitarias.
En fin, para cerrar el circulo y concluir, decir que terminé la formación presentándoles a Príapo, y que así entendieran de donde venía el Priapismo.
Aquí, el amigo de pene sobredimensionado y siempre erecto, es considerado un dios de la fertilidad, pese a que es impotente y lleva su pesada carga como una inútil penitencia. Una penitencia que, según la mitología Griega (la Romana dice otra cosa), no se ganó directamente, sino que le vino impuesta como consecuencia de los pecados de su madre Afrodita que, tras mantener un idilio con Adonis, siendole así infiel a su esposo Dionisio, fue castigada por Hera (hermana y mujer de zeus), dotando a su bastardo de unos enormes e inservibles genitales.

2 comentarios:

  1. Este post es el que mas me gustado. Te felicito david, te has convertido en todo un referente

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  2. Gracias Marcus. Bien sabes quien es mi principal referente en todo esto, y quien supuso el punto de inflexión😘

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