miércoles, 16 de noviembre de 2022

"Bella Ciao..."

Lagaro (Castiglione dei Pepoli). 15 de agosto del año 2022.

Habíamos escapado del sur del país.
La verdad es que nada más salir al exterior del aeropuerto de Nápoles, me di cuenta de que no debería haber vuelto a Italia. 
Daba igual que Marc me acompañara esta vez. Ya no quería estar allí.
Pensé que habíamos perdido una gran oportunidad de recorrer juntos en bici, el lugar que más me ha impresionado en esta vida: Islandia.

Nos acercábamos a Bolonia y llamé a Alessandro, un tipo que había conocido en aquellas mismas montañas unos cuatro meses antes, cuando paró su coche para preguntarme sobre mi viaje.
Alessandro es un tipo algo bohemio, que pasó siete años de su vida viajando en bici por el mundo y al que le gusta alojar a cicloturistas en casa. Además, vivió diez años en Barcelona, así que habla bien el Español.
Nos llevó a un terreno de su propiedad y allí, junto a la casa en ruinas donde vivieron sus abuelos, plantamos la tienda, dispuestos a pasar un par de noches.

Marc reposaba en una hamaca y, encima de él, Frulo se hacía la higiene. Otro felino, llamado Patrick, miraba al horizonte desde el muro que separaba el terreno del bosque colindante.
Nina, la tercera de los tres felinos que tienen a Alessandro como mascota, andaba perdida por la inmensidad de su propiedad.

Vistas a Lagaro, desde el terreno de Alessandro.

Estábamos en un lugar donde sucedieron unos hechos poco conocidos fuera de Italia.
La "línea gótica" es una línea imaginaria que trazó la Alemania Nazi durante la segunda guerra mundial, y que cruzaba el país desde el mar mediterráneo, a la altura de Florencia, hasta el Adriático, en Pesaro.
Tras la entrada de "los aliados" desde Sicilia en 1944 y su rápido avance hacia el norte del país, los Nazis, apoyados por el Fascismo Italiano, intentaron frenarlo a la desesperada.
Para ello, fortificaron aquella línea imaginaria con trincheras, zanjas y armas antitanque, morteros, cañones y unos 120.000 metros de alambre de espino. 
Junto a la barrera natural que suponían los "Apeninos Toscoemilianos", el país quedó dividido en dos partes. Aquello supuso un contratiempo importante para los aliados y un respiro para la Alemania Nazi.

Sin embargo, tras un año más de gerra, ya en 1945, los soldados Alemanes se retiraban de la zona dando por hecha la inevitable victoria de los aliados.

Alessandro no hubiese nacido si, en aquellos días de retirada, algún batallón de Nazis hubiese tomado aquel pequeño camino que llevaba a la casa de sus abuelos, donde se escondieron su familia y otras cuatro más.

Aquellas bestias ya no buscaban solo comida, sino que se dedicaron a matar a niños, mujeres y personas demasiado mayores para haber luchado en aquella guerra.
Quemaron todo lo que iban encontrando en su retirada de aquellas montañas. Lanzaron granadas de mano dentro de iglesias abarrotadas de gente rezando, y acabaron matando unas 1300 personas indefensas, en un intento miserable de vengarse de todos aquellos "Partisanos" (antifascistas Italianos) que se escondían en los bosques y que habían estado luchando contra ellos.

A Benito Mussolini, fundador del partido nacional fascista y cómplice de Alemania en aquella guerra, lo apresaron una brigada de Partisanos y, tras fusilarlo, lo acabaron exhibiendo colgado en la "Piazzale Loreto" de Milan.

Alessandro me dijo que, debido a aquellos hechos, Italia no es como España, y que en su país es difícil encontrar gente que se declare abiertamente fascista. 
En sus palabras no había atisbo alguno de orgullo patrio. Sabe lo que hay en su país y, de hecho, nos confesó que, si no tuviera una hija, cree que viviría lejos de Italia.
No he vuelto a hablar con él, pero me imagino que anda algo consternado tras la victoria en las elecciones de septiembre de Giorgia Meloni y su coalición de "centroderecha".

Meloni empezó sus pinitos en política a los 15 años, cuando se incorpora al 'Frente de la Juventud', una organización juvenil vinculada al partido posfascista Movimiento Social Italiano (MSI), que había sido creado por exmiembros del régimen de Mussolini.
Meloni nombró a Galeazzo Bignami como viceministro y secretario de Estado del Ministerio de Infraestructura, dirigido por el ultraderechista Matteo Salvini, lider de la "liga norte".

Meloni y Bignami. En los medios de comunicación Españoles, catalogan de "centroderecha" a esta basura, mientras te dicen que se está exagerando y abusando de la palabra fascista.
Te mean en la boca y te dicen que llueve...

Bella Ciao

Parafraseando a Sharif en los últimos versos de su canción "La primera persona del plural", ...."Italia es un lugar lejano, frío y extraño..."

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