miércoles, 29 de enero de 2020

"Boat trip" en la Patagonia Chilena

Contagiado por la influencia “gringa” que rezuma el Español de toda Sudamérica, y motivado por la vivencia en que ando inmerso en este momento, he decidido titular este post con el nombre de la paupérrima, pero muy divertida, película de Cuba Gooding Jr.
A diferencia de los protagonistas de la película, a mí nadie me ha engañado y sabía perfectamente donde me metía. Así que aquí ando, embarcado en un ferry, rodeado de entrañables parejas de jubilados ociosos, turismo familiar más predecible que la ideología de un Murciano, alguna pareja de amigos o novios “backpackers”y algún que otro “desubicado” como yo.


Durante 4 días surcaré la inmensidad del océano pacifico, a través de gran parte de la Patagonia Chilena y sus fiordos, uniendo vía marítima la ciudad de Puerto Montt con la de Puerto Natales.
En fin, una experiencia similar creo que podría experimentarla en Noruega y en pocos sitios más del mundo, con la diferencia de que en el país nórdico supondría un butrón a mi bolsillo que no estaría dispuesto a asumir.
Cerca del destino final de este crucero, en Punta Arenas, me reuniré con mi gran amigo Marc y el grupo de gente con el que viene, y seguiremos descubriendo juntos más localizaciones de las latitudes más sur de la Patagonia Chilena y Argentina.

Sin wifi, sin alcohol (más allá de la botella de vino Chileno que he introducido ilegalmente), sin escalas programadas, e inmerso en el ambiente que describía en el párrafo anterior, solo me queda o tirarme por la borda o tomármelo con filosofía, activar el modo introspectivo, pensar, leer, escribir, e ir alternando la orgía intelectual que describo, con algo de “cancaneo” culinario y ratitos de observación en cubierta, a ver si tengo suerte y puedo avistar las ballenas azules y los delfines Chilenos que, supuestamente, pululan por aquí.
Hace tiempo ya que si, en este viaje, algo echo de menos, es estar acompañado en los buenos momentos, y no tanto en los malos o no tan buenos, donde el verme acompañado me puede llegar a resultar más una carga añadida que no un alivio.
No puedo evitar envidiar a alguna parejita “acaramelada” que veo por ahí. Por otra parte, estoy seguro de que mi situación resulta motivo de envidia de algunas parejas que dan la impresión de estar más aburridas y copular menos que “perro de terraza”, que diría mi amigo Nestor.
Él es Uruguayo y todavía conserva este tipo de frases y expresiones propias de Sudamérica. Al igual que yo, también llegó a Catalunya en edad adulta y también se siente Catalán. Los ambientes de ideología"unionista" en que ambos nos movimos inicialmente por allí, no nos sedujeron demasiado, y ambos acabamos mirando TV3, hablando Catalán y empatizando con el malvado secesionismo.

Aprovechando esta experiencia,  también intentaré hablar con el “paramédico” de la compañía naviera. Me gustaría que me explicase sus vivencias profesionales en una embarcación de este tipo y así tener una visión más realista de lo que supone su trabajo.
Pese a que, hoy por hoy, sigo viendo mi futuro profesional en la docencia, me gustaría vivir algunas experiencias profesionales o pseudo-profesionales que tengo pendientes y que me llaman la atención, y bueno, a día de hoy tengo la agradable sensación de que, vivirlas o no, solo depende de mí y de mi voluntad.

P.d: Publico este escrito 4 días después de haberlo escrito y ya con los pies en tierra firme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario