martes, 15 de octubre de 2019

No seas como Pablo.

En un ejercicio de autoflagelación y errónea elección de mi tiempo libre, no pude evitar la tentación de ver la entrevista que le hizo Pablo Motos a Santiago Abascal, en el programa "El hormiguero" de antena 3.

No voy a escribir demasiado sobre lo obvio. Quien más y quien menos, y es probable que también tú, si estás leyendo esto, sabe lo que es VOX. 
No digo que no valga la pena invertir tiempo en destapar, más aún, lo que ya, de por sí, es evidente, pero ya hay bastantes documentos que lo hacen y, desde luego, mucho mejor y con más efectividad de lo que yo pueda hacerlo aquí. 
Descubrí, hace unos días, un programa de la televisión autonómica Vasca, que creo que vale su peso en oro. Dejo aquí el link donde se pueden encontrar valiosos reportajes sobre VOX, la derecha Española, los poderes fácticos siempre fieles a ella, y algunos otros temas que conviene tener muy claros para no dejarse liar por programas mainstream. Ya lo dijo Malcolm X: "Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido".
No me sorprendió nada de lo que dijo Santiago Abascal. Tampoco cómo se desarrolló la entrevista. Ni las supuestas preguntas incomodas de Pablo Motos eran algo que no estuviera preparado (ni que el equipo de comunicación de Abascal no supiera previamente) ni tuvieran un objetivo claro, ni las respuestas de Abascal, adaptadas y suavizadas para lo que él considera "populacho", fueron espontaneas, campechanas y de corazón, tal como se intento hacer ver en aquel nauseabundo circo.
Lo que sí me sorprendió, fue la cantinela introductoria de Pablo Motos. Como presentador de un programa de una televisión, de carácter privado, él estaba en todo su derecho de invitar a Abascal, y de cantar un cara al sol, a dúo con él, si le apetecía.
Por otra parte, si Abascal se moderó e intento blanquear su fascismo de ultraderecha, ¿qué no iba a hacer Pablo Motos?. Pues lo mismo, pero de una forma mucho más rastrera y deleznable, porqué, a parte de empezar criticando a Pedro Sanchez (en otro contexto, habrían mil motivos para hacerlo), por no acudir a la llamada de su infumable vodevil de ideología para "cuñaos", luego se dedico a recitar los motivos para invitar al líder de un partido de ultraderecha.
Habló de que lo hacía por democracia. Lo hizo con esa sonrisa simpática y poco casual. Como tampoco es casual que la Catalana Susanna Griso inspire paz, sensatez y simpatía, cuando se dedica, desde hace años y con gran efectividad, a aumentar el odio hacia Catalunya, ignorando lo que conviene a España y magnificando, con vomitivo sensacionalismo, cualquier cosa que puede hacer daño a Catalunya.
La herencia de régimen del 78 sabe cómo hacer las cosas. Bueno, hasta cierto punto. No nos volvamos locos. No detectar las 8.000 urnas del referéndum del 1 de octubre , que recorrieron los 11.766 kms desde Mianyang (China) hasta Catalunya, en 3 trailers de 12 metros, indica ciertas carencias. Lo de perseguir, desde un helicóptero, un Audi A6, que acabó en una granja de vacas de la Garrotxa, sin percatarse de que Puigdemont había cambiado a un Passat bajo un Puente, y estaba votando en otro pueblo, tampoco dice mucho de ellos.
Pues eso, no seas como Pablo Motos, por favor. No vistas de democracia el hecho de blanquear el fascismo y hacerlo más tolerable.
Al final, el gran y fundamental problema no es que las ratas salgan de las alcantarillas, canten el cara al sol o exhiban simbología franquista. Tampoco que iletrados, por convicción y no por circunstancias, hablen de que Franco construyó embalses y gracias a eso vivimos y no andamos por ahí deshidratados.
El problema es que, cuando se normaliza el fascismo, toda España da un pasito hacia posiciones de derecha y también se normalizan hechos como que el partido del actual gobierno ("socialista y obrero"....cágate) no haya derogado aún la ley mordaza que hizo el PP. Esa ley que justifica que se apaleen Catalanes por votar, a Murcianos por pedir que se soterre el AVE, o a mineros Asturianos, Leoneses o Aragoneses por luchar por preservar sus derechos laborales.
Mientras, Pablo Iglesias, en nombre de las la supuesta izquierda Española con representación parlamentaria significativa, aconseja acatar la sentencia de ayer sobre el juicio a los presos políticos Catalanes. 
Mi abuelo, un Valenciano que, en su juventud, trabajó en Francia y que estuvo pasando propaganda antifranquista por la frontera, se revolvería en su tumba.
En fin, para acabar de una forma algo más distendida y no hablando de muertos, dejo por aquí el Link (minuto 28:30) de la parodia de la entrevista en el programa "Polonia" de TV3. 

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