jueves, 5 de marzo de 2020

¿Plata o plomo?, no. Plata o casco, la colonización perpetuada.

Ya no soy capaz de experimentar aquella sensación de cierta inseguridad que me acompañó en los primeros compases de mi periplo por Sudamérica.
Más allá de las precauciones lógicas, que también tengo en cuenta en Barcelona, mis andanzas por aquí no difieren demasiado de las que tendría yendo por las Ramblas o el Raval de la ciudad condal.
Algunos taxistas siguen indicándome que no es buena idea salir de terminales o aeropuertos para ir a buscar el colectivo (suena a comunista y es barato. ¿Cómo no va a ser buena idea?), ya que cuando "ahí fuera" me vean y oigan mi acento puedo tener problemas.
Ya no creo en el "¿plata o plomo?", más allá de ser sabedor de que son cosas que pueden pasar.

Odio ser borde con nadie, y mucho más con quien trata de ganarse la vida, pero el colectivo del taxi se me hace bastante indigesto y la verdad es que, en general, no difiere demasiado vayas donde vayas. El día que me la jugó un taxista Japones se desvaneció mi fe en dicho colectivo...y en la humanidad casi.
Sí, y a veces voto a Ciudadanos, si no a VOX. También ejerzo de "cuñao" titular en mi familia cada nochebuena
En fin, tras 2 autobuses y un by-pass en teleférico, para solventar el desprendimiento de una montaña que se había comido la carretera, salí de la estación de Bucaramanga, una pequeña ciudad del noreste de Colombia. No me gustó nada y, sin ver motivos para pasar una noche allí, me volví a la terminal y pasé la noche durmiendo en el trayecto entre aquella ciudad y la de Cartagena de Indias.

Sin haber conseguido ver una película entera en 14 horas y aún adormilado, bajé del autobús y allí esperaban varios motoristas ofreciéndome el casco -el único que tenían-  y un precio irrisorio por llevarme hasta el centro de la ciudad.
La verdad es que prefiero evitar las motos. Unos cuantos accidentes atendidos en mi época de técnico de emergencias en una ambulancia, y la certeza de que cualquier accidente tonto te puede dejar hecho un guiñapo, hacen que, si puedo escoger, prefiera otros medios de transporte. Pero si hay algo que prefiero evitar sí o sí, y en esto si se suele poder escoger, es la sensación de que estoy jugando con la vida de alguien, colaborando así a perpetuar una especie de forma de esclavitud contemporánea.
Si bien es cierto que, después de unos meses por aquí, he entendido que hay realidades Europeas que no se pueden extrapolar a esta parte del mundo, también lo es que tengo límites a la hora de relativizar mis principios o lineas rojas. O al menos la sana intención de no traicionarlos. Algo es algo, porqué los momentos donde las circunstancias y el egoísmo quieran que me engañe con la mentira que más me guste, siempre acecharán...

En fin, no me monté de paquete con un tipo de clara ascendencia Africana que, de habernos caído, es probable que hubiera visto su cabeza abrirse como un melón y su cerebro esparcido en la carretera. Son cosas que no me trauman pero que prefiero no volver a ver, y mucho menos estando de vacaciones.
Aquí tampoco me veo subiendo. Prefiero el romanticismo del que no esclaviza animales
Hubiera sido una forma de continuar con la esclavitud que la "gloriosa nación Española" -entiéndase la ironía, por favor- trajo por aquí, desde el Congo, en su día y que, de hecho, continuó ejerciendo en toda Sudamérica hasta que sus vecinos le empezaron a decir que era hora de dejarlo.
España fue el ultimo país Europeo en hacerlo. Puede que te digan que, en concreto, fueron Catalanes los últimos que estuvieron haciéndolo en Cuba. Claro, Catalanes de aquella burguesía que representaban los Pujol, sus muchos amiguetes y aquel famoso 3%. Catalanes de aquella antigua derecha rancia que tan bien se llevaba con la Española, que decepcionó a la inmensa mayoría de Catalanes, y de la que reniegan hasta los más "Pujolistas" de la época.
No, la derecha Española y la Catalana actual (pese a que no me guste) no son el mismo perro con distinto collar. Siempre hay detalles, y siempre aquel que cierra los ojos y no le da la gana verlos: si gran parte de los votantes del PP se fueron a Ciudadanos y ahora a VOX, es porque el PP dejó de hacerle caso a Aznar. A Pujol no, pero al genocida de las Azores sí que se le echa de menos en España.
De camino al centro de Cartagena, el colectivo cruzó parte de la periferia de la ciudad y pude ver lo que es la realidad de este país, más allá del parque temático que suelen ser el centro de las ciudades turísticas en cualquier parte del mundo.
No han sido ni cinco ni seis, las veces que he visto una familia entera (padre, madre y niño pequeño) en moto, y donde el único portador de casco era el padre. Mas allá de entender que solo haya plata para un casco, ¿Qué puedo decir?. Nada. Prefiero no juzgar realidades que no estoy preparado para entender y que quizás solo respondan al caos y el sinsentido que es la vida a veces.
Como la de que aquí, en general, se considere una oportunidad (y no esclavitud) trabajar para este tipo de multinacionales que contratan como "falsos autónomos" y se enriquecen a costa de chavales que se juegan la vida cada día
En fin, llega la noche y el centro de Cartagena hierve de animación.
Acabo "volcando unos fresquitos", que diría Broncano, con una parejita de agradables Argentinos que conocí desayunando, en una de las mejores "rooftop" de por aquí. De tanto en tanto, aparece una pareja de esas que "no cuadran", o sí, si piensas en clave de esa otra forma de esclavitud que supone el que dicen que es el oficio más antiguo del mundo.
De hecho, observando con atención, muchas de esas parejas no atienden al típico perfil de "putero Looser" que, de forma errónea, hay en el imaginario popular.
Esto está lleno de tipos de buen ver y cartera llena que se quieren dar el lujo de estar con una de las muchas mujeres explosivas que se mueven por la noche de esta ciudad. Mujeres que no tienen pinta de irse a la cama si no es con una cifra de por medio.
Sé que esto suena feo y cosificador. Diría que nada más lejos de la realidad, pero bueno, soy un hombre blanco heterosexual, educado en la  España de los 80, así que tengo mis limitaciones y quizás sí pueda haber algo de eso.
En fin, pudiendo sacar una pasta al típico turista que llega por aquí haciendo gala de un nivel elevado de prepotencia y mezquindad y con planes de hacer un montón de cosas que no haría en Japón, Europa o EE.UU, lo que me extrañaría es que, depende que chica de este tipo de ambiente nocturno que describo, haga algo gratis. ¿Motivadas por ensoñaciones amorosas quizás?. Diría que, en el ambiente al que me refiero, la peli "pretty woman" las hace reír desde la más tierna adolescencia.

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